
... NO HAY QUE INVADIR A VENEZUELA!!! Hasta ahora, no hemos visto ningún análisis ni interpretación objetiva por parte de ningún gobierno u organización internacional o político ni de comentarista o analista político sobre la interpretación jurídica de los artículos 233, 333, 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Mucho menos hemos visto, cuales hechos materiales se han caracterizado de algunas de las previsiones previstas en los citados artículos de la Constitución venezolana que sirva de sustento legal a la actual situación de crisis política de la hermana República Bolivariana.
Todo cuál parece indicar que de lo que se trata es de la intención política subvertir o cambiar el actual orden constitucional venezolano, a lo cual el propio pueblo de Venezuela tiene el derecho de hacer en ejercicio de su soberanía popular.
Como aspirante a la Presidencia de La República Dominicana, queremos decir de antemano, que no vamos a emitir ninguna otra valoración sobre la actual crisis que atraviesa el gobierno del presidente Nicolás Maduro, en razón de que, nosotros como político en orden internacional, somos partidarios de la doctrina Estrada y del por el principio establecido por Hugo Grocio.
Lo cual significa, que para nosotros, que como dominicanos hemos tenido nuestras propias situaciones similares, por ejemplo:
En el año 1974, en las elecciones generales celebradas en nuestro país. Los candidatos fueron el Dr. Joaquín Balaguer por el Partido Reformista y el contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos por el Partido Demócrata Popular, donde a las elecciones del 16 de mayo de ese año, la Junta Central Electoral contabilizó 1,518,297, de votos válidos de los cuales, 942,726, fueron adjudicados al presidente candidato Joaquín Balaguer, y los restante 170,693 votos a su único contendor electoral contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos, el presidente Balaguer se juramentó como Presidente Constitucional de la República para continuar en el cargo en virtud de dichas elecciones.
Los dominicanos, internamente nos enfrentamos al devenir de nuestra situación política interna, hasta las elecciones celebradas cuatro años después en el año 1978.
Con relación a nuestra hermana Venezuela, el único símil que queremos hacer, (para no abundar más con relación al tema de la crisis política que los Dominicanos tuvimos en el año 1974 y otra crisis en elecciones de 1994 con el mismo Dr. Joaquín Balaguer y el candidato del PRD, Dr. José Francisco Peña Gómez), es que, nosotros en cada oportunidad, resolvimos nuestras crisis políticas sin injerencias ni amenazas de invasión extranjera.
Esto es lo que nosotros, en virtud de la enarbolada doctrina Estrada y el principio Pacta Sunt Servanda de Hugo Grocio, entendemos le corresponde a la República Bolivariana de Venezuela, sin ningún tipo de injerencia extranjera.
De lo contrario, se estaría vulnerando el principio de igualdad y soberanía de los Estados establecido en el convenio de Westfalia, así como también se violaría la Constitución Venezolana, la Carta de las Naciones Unidas, y los estatutos de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La patria de Bolívar ya es un pueblo maduro, con capacidad para resolver sus asuntos internos por sus propios medios, no hay que invadir a Venezuela!.
Mucho menos hemos visto, cuales hechos materiales se han caracterizado de algunas de las previsiones previstas en los citados artículos de la Constitución venezolana que sirva de sustento legal a la actual situación de crisis política de la hermana República Bolivariana.
Todo cuál parece indicar que de lo que se trata es de la intención política subvertir o cambiar el actual orden constitucional venezolano, a lo cual el propio pueblo de Venezuela tiene el derecho de hacer en ejercicio de su soberanía popular.
Como aspirante a la Presidencia de La República Dominicana, queremos decir de antemano, que no vamos a emitir ninguna otra valoración sobre la actual crisis que atraviesa el gobierno del presidente Nicolás Maduro, en razón de que, nosotros como político en orden internacional, somos partidarios de la doctrina Estrada y del por el principio establecido por Hugo Grocio.
Lo cual significa, que para nosotros, que como dominicanos hemos tenido nuestras propias situaciones similares, por ejemplo:
En el año 1974, en las elecciones generales celebradas en nuestro país. Los candidatos fueron el Dr. Joaquín Balaguer por el Partido Reformista y el contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos por el Partido Demócrata Popular, donde a las elecciones del 16 de mayo de ese año, la Junta Central Electoral contabilizó 1,518,297, de votos válidos de los cuales, 942,726, fueron adjudicados al presidente candidato Joaquín Balaguer, y los restante 170,693 votos a su único contendor electoral contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos, el presidente Balaguer se juramentó como Presidente Constitucional de la República para continuar en el cargo en virtud de dichas elecciones.
Los dominicanos, internamente nos enfrentamos al devenir de nuestra situación política interna, hasta las elecciones celebradas cuatro años después en el año 1978.
Con relación a nuestra hermana Venezuela, el único símil que queremos hacer, (para no abundar más con relación al tema de la crisis política que los Dominicanos tuvimos en el año 1974 y otra crisis en elecciones de 1994 con el mismo Dr. Joaquín Balaguer y el candidato del PRD, Dr. José Francisco Peña Gómez), es que, nosotros en cada oportunidad, resolvimos nuestras crisis políticas sin injerencias ni amenazas de invasión extranjera.
Esto es lo que nosotros, en virtud de la enarbolada doctrina Estrada y el principio Pacta Sunt Servanda de Hugo Grocio, entendemos le corresponde a la República Bolivariana de Venezuela, sin ningún tipo de injerencia extranjera.
De lo contrario, se estaría vulnerando el principio de igualdad y soberanía de los Estados establecido en el convenio de Westfalia, así como también se violaría la Constitución Venezolana, la Carta de las Naciones Unidas, y los estatutos de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La patria de Bolívar ya es un pueblo maduro, con capacidad para resolver sus asuntos internos por sus propios medios, no hay que invadir a Venezuela!.