
Pido respeto para el pueblo Cristiano:
La misión de las Iglesias Cristianas Evangélicas que han estado cumpliendo por varias décadas en el Territorio Nacional es de orden eminentemente espiritual basado en la Fe Cristiana que data de más de dos mil años y que profesan millones de seres humanos, y las obras sociales que realizan, y las decisiones políticas que toman son bajo la premisa de la dirección de Dios, por lo que, en esos aspectos no pueden ser objeto de criticas virulentas por parte de nadie, mucho menos de aquellos que presumen erigirse en políticos cristianos.
Reiteramos nuestro criterio de que: “Políticos Cristianos para adecentar la administración del Estado, Sí, Cristianos Políticos para descuidar al rebaño y al propósito primordial de Dios, No.
Los políticos Cristianos deben acudir a la iglesia afirmarse en la palabra, los valores y principios morales, humillarse ante Dios, pedir sabiduría para legislar, administrar y gobernar al pueblo con equidad.
Más no sería lícito que los Cristianos Políticos abandonaran al púlpito o al rebaño para abrazar principalmente la política. Políticos Cristianos y Cristianos políticos son dos conceptos diferentes.
Los últimos están llamados a orientar y a interceder por los primeros y no al revés. Es lo que humildemente entendemos de la enseñanza de: "No servir al mismo tiempo a dos señores." Y "Dad al Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es de Dios".”
Aquellos que se aventuraron a incursionar en la política sin el llamado para ello y sin tener en cuenta de que la política es una actividad eminentemente secular, no tienen derecho de blasfemar contra la Iglesia y sus lideres, bajo la ira causada por el resentimiento de unos resultados electorales que no cumplieron con sus expectativas. Aquellos les advierto, que con los hijos de Dios nadie se mete. Por lo que les aconsejo que tengan comedimiento en sus expresiones, más bien deben reflexionar y humillarse ante la decisión del Pueblo Cristiano que actúa bajo la premisa de la dirección de Dios y dejen en paz a la Iglesia.
La misión de las Iglesias Cristianas Evangélicas que han estado cumpliendo por varias décadas en el Territorio Nacional es de orden eminentemente espiritual basado en la Fe Cristiana que data de más de dos mil años y que profesan millones de seres humanos, y las obras sociales que realizan, y las decisiones políticas que toman son bajo la premisa de la dirección de Dios, por lo que, en esos aspectos no pueden ser objeto de criticas virulentas por parte de nadie, mucho menos de aquellos que presumen erigirse en políticos cristianos.
Reiteramos nuestro criterio de que: “Políticos Cristianos para adecentar la administración del Estado, Sí, Cristianos Políticos para descuidar al rebaño y al propósito primordial de Dios, No.
Los políticos Cristianos deben acudir a la iglesia afirmarse en la palabra, los valores y principios morales, humillarse ante Dios, pedir sabiduría para legislar, administrar y gobernar al pueblo con equidad.
Más no sería lícito que los Cristianos Políticos abandonaran al púlpito o al rebaño para abrazar principalmente la política. Políticos Cristianos y Cristianos políticos son dos conceptos diferentes.
Los últimos están llamados a orientar y a interceder por los primeros y no al revés. Es lo que humildemente entendemos de la enseñanza de: "No servir al mismo tiempo a dos señores." Y "Dad al Cesar lo que es de Cesar, y a Dios lo que es de Dios".”
Aquellos que se aventuraron a incursionar en la política sin el llamado para ello y sin tener en cuenta de que la política es una actividad eminentemente secular, no tienen derecho de blasfemar contra la Iglesia y sus lideres, bajo la ira causada por el resentimiento de unos resultados electorales que no cumplieron con sus expectativas. Aquellos les advierto, que con los hijos de Dios nadie se mete. Por lo que les aconsejo que tengan comedimiento en sus expresiones, más bien deben reflexionar y humillarse ante la decisión del Pueblo Cristiano que actúa bajo la premisa de la dirección de Dios y dejen en paz a la Iglesia.