
Nuestro escudo Nacional tiene vida propia, no necesita de la bandera, el escudo nacional es sin la bandera, pero la bandera nacional jamás podría ser sin nuestro escudo.
Aquella noche de febrero, fue arriada la bandera azul y roja de la República de Haití para marcar la separación decretada por el patricio y en su centro fue cosido el escudo nacional luego fue izada Dominicana y gloriosa, como el eterno emblema de la incipiente dominicanidad!
La bandera, puede desaparecer, puede ser cambiada,( de hecho debería ser cambiada porque originalmente no fue nuestra) pero nuestro escudo, nuestro escudo nacional es sagrado, no puede ser tocado por ninguna ley ni por fuerza humana, sin herir nuestra identidad espiritual y cultural.
Banderas hay muchas con diferentes significados y propósitos, el que quiera usar una bandera con los colores de la nuestra puede hacerlo, los colores son universales.
Pero ningún lienzo aunque tenga colores similares a los de la patria, puede alcanzar la estatura de nuestra bandera si no esta autentificado con el escudo nacional en su centro como un corazón qué late independiente y soberano.
El escudo nacional, es nuestra arca de la alianza, ahí en ese escudo bordado por las manos de nuestra Concepcion Bona, está consignado nuestro pacto eterno con Dios, Con La Patria y con La Libertad!
Cualquier entidad de la naturaleza que sea, que intente conspirar contra ese pacto sagrado de nuestra Dominicanidad, desde ya ha sido irremisiblemente condenada(o) por el tribunal de la historia!!!